Nuestros Mercadillos: Un Recorrido Semanal por los Mejores Pueblos

Cada mañana, cuando salgo de casa, me siento afortunado de poder recorrer algunos de los pueblos más bonitos de nuestra región para llevar El Puesto de Vicente a los mercados. Cada mercadillo tiene su propio carácter, su propia gente, y me encanta poder compartir un rato agradable con cada uno de ellos. Aquí te cuento un poco sobre los mercadillos a los que vamos a lo largo de la semana:

Lunes: Potes
El lunes comenzamos la semana con un destino muy especial: Potes, en pleno corazón de los Picos de Europa. Este es uno de los mercadillos más antiguos a los que voy, y siempre es un placer estar rodeado de la impresionante naturaleza de los Picos. La gente aquí es muy fiel, y siempre me hace sentir como en casa. El ambiente en Potes es único, con la montaña de fondo y el aire fresco que caracteriza a este pueblo. No hay mejor manera de empezar la semana.

Martes: Día de Descanso
El martes es nuestro día de descanso, aunque no realmente descanso. Es un día en el que nos dedicamos a hacer todo lo que no tenemos tiempo de hacer en los otros días: reparaciones, trabajos de mantenimiento, y organizar todo para la semana siguiente. Es un día tranquilo, pero fundamental para que todo funcione correctamente.

Miércoles: Unquera
El miércoles es el día en que me traslado a Unquera, un encantador pueblo en la costa. Aquí, el mercadillo tiene una mezcla de tranquilidad y frescura, con el mar cerca y el aire salino que llena el ambiente. Siempre disfruto de la cercanía de la gente en Unquera, que se acerca al puesto para llevarse un buen trozo de nuestra tradición local, ya sea para su hogar o como regalo para sus seres queridos.

Jueves: Colunga (Asturias)
El jueves toca desplazarnos hasta Colunga, en Asturias. Este mercadillo tiene un ambiente especial, con la belleza de la costa asturiana que se percibe en cada rincón del pueblo. En Colunga, además de vender nuestros productos, aprovecho para hablar con los lugareños sobre la tradición asturiana, la historia del lugar y disfrutar de esa paz que solo Asturias puede ofrecer.

Viernes: Posada de Llanes (Asturias)
El viernes nos lleva hasta Posada de Llanes, otro hermoso rincón de Asturias. Este mercadillo tiene algo mágico, con las montañas y el mar siempre presentes, creando un ambiente relajado pero animado. Los clientes siempre son muy amables, y me encanta pasar un rato con ellos, escuchando sus historias y asegurándome de que se lleven lo mejor de nuestros productos.

Sábado: San Vicente de la Barquera
El sábado es el día que más disfruto, porque jugamos en casa. San Vicente de la Barquera, el pueblo donde vivo, es donde todo comenzó. El mercadillo aquí tiene algo muy especial: es como estar entre amigos. Los clientes del pueblo, a los que ya conozco de toda la vida, se acercan con una sonrisa y es un verdadero placer compartir con ellos nuestros productos. Este día me hace sentir muy afortunado de poder vivir y trabajar en un lugar tan bonito.

Domingo: Liérganes
Finalmente, el domingo nos lleva a Liérganes, un pintoresco pueblo en el Valle de Liérganes. El mercadillo aquí tiene un encanto particular, con las casas tradicionales y las montañas que rodean el pueblo. La gente de Liérganes es muy hospitalaria y siempre es un placer ver a los clientes disfrutar de nuestros productos mientras se relajan por el pueblo. Es un final perfecto para nuestra semana.

Cada uno de estos mercadillos tiene su propio encanto, y para mí es un privilegio poder recorrerlos cada semana. Cada pueblo, cada persona, cada conversación, hace que mi trabajo no solo sea una labor, sino una verdadera pasión.